EXPOSICION 8
EL MIO CID
El Cantar de “Mio” Cid es la primera manifestación épica en lengua castellana. Ha llegado hasta nosotros gracias a una copia manuscrita de 3.730 versos, realizada por Per Abbat. Este no fue el autor del texto, sino un simple copista. Se considera el cantar una obra anónima.
De acuerdo con las investigaciones de Menéndez Pidal, que se basó en la toponimia descrita en el Poema, en los rasgos dialectales de la lengua empleada y el verismo de cada uno de los cantares, el poema fue escrito por dos poetas: uno de San Esteban de Gormaz, buen conocedor de los hechos, que escribía muy cerca de la realidad histórica; y otro de Medinaceli, más tardío y alejado de los hechos históricos del Cid, que poetiza más libremente. Al primero se le adjudica el plan total de la obra, el enfoque de la figura del héroe y la composición del primer cantar (en torno a 1100). Los otros dos cantares aparecen retocados por el refundidor de Medinaceli, que debió de realizar su obra en torno a 1140. Otras interpretaciones sostienen la existencia de un único autor, y retrasan su composición a principios del siglo XIII.
CARACTERISTICA
El Cantar de “Mio” Cid se caracteriza por el empleo de la rima asonante y el metro irregular. Los versos pueden llegar a tener hasta veinte sílabas y quedan divididos en dos hemistiquios por una pausa (cesura) en el centro. La rima asonante permite la agrupación de los versos en tiradas más o menos largas con la misma rima (monorrimas).
Con respecto a la lengua y estilo del poema, conviene recordar su carácter oral y su vinculación al mester de juglaría. Algunos rasgos son:
-uso frecuente de los epítetos épicos, para dotar a los personajes de cualidades excelentes, lo cual es una fórmula juglaresca: Fabló mio Cid, el que en buen ora cinxo espada;
-frecuente cambio del punto de vista narrativo, pasando del estilo indirecto (3ª persona) al diálogo, que infunde a la narración un carácter más dramático;
-empleo de expresiones para atraer la atención de los oyentes: Yo vos diré, dirévos, veriades…. No olvidemos el carácter eminentemente oral de los cantares de gesta.
El Cantar de “Mio” Cid es la primera manifestación épica en lengua castellana. Ha llegado hasta nosotros gracias a una copia manuscrita de 3.730 versos, realizada por Per Abbat. Este no fue el autor del texto, sino un simple copista. Se considera el cantar una obra anónima.
De acuerdo con las investigaciones de Menéndez Pidal, que se basó en la toponimia descrita en el Poema, en los rasgos dialectales de la lengua empleada y el verismo de cada uno de los cantares, el poema fue escrito por dos poetas: uno de San Esteban de Gormaz, buen conocedor de los hechos, que escribía muy cerca de la realidad histórica; y otro de Medinaceli, más tardío y alejado de los hechos históricos del Cid, que poetiza más libremente. Al primero se le adjudica el plan total de la obra, el enfoque de la figura del héroe y la composición del primer cantar (en torno a 1100). Los otros dos cantares aparecen retocados por el refundidor de Medinaceli, que debió de realizar su obra en torno a 1140. Otras interpretaciones sostienen la existencia de un único autor, y retrasan su composición a principios del siglo XIII.
CARACTERISTICA
El Cantar de “Mio” Cid se caracteriza por el empleo de la rima asonante y el metro irregular. Los versos pueden llegar a tener hasta veinte sílabas y quedan divididos en dos hemistiquios por una pausa (cesura) en el centro. La rima asonante permite la agrupación de los versos en tiradas más o menos largas con la misma rima (monorrimas).
Con respecto a la lengua y estilo del poema, conviene recordar su carácter oral y su vinculación al mester de juglaría. Algunos rasgos son:
-uso frecuente de los epítetos épicos, para dotar a los personajes de cualidades excelentes, lo cual es una fórmula juglaresca: Fabló mio Cid, el que en buen ora cinxo espada;
-frecuente cambio del punto de vista narrativo, pasando del estilo indirecto (3ª persona) al diálogo, que infunde a la narración un carácter más dramático;
-empleo de expresiones para atraer la atención de los oyentes: Yo vos diré, dirévos, veriades…. No olvidemos el carácter eminentemente oral de los cantares de gesta.
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